Este modelo extremadamente escénico fue una verdadera intuición en una época en la que la sociedad estaba cambiando y así también el concepto de vida. Hoy, como en el pasado, Lara interpreta la necesidad generalizada de crear islas de relajación dedicadas al máximo confort emocional, revelando también una fuerte aptitud para la hospitalidad, gracias a su elegancia natural. El sofá está compuesto por dos elementos escultóricos que se unen en una rigurosa agregación de volúmenes, con asientos de una sola pieza marcados por formas curvilíneas que acentúan su fuerte personalidad.